

Mely Santana:*
LVEB
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El resplandor del papalote…
Has volado alguna vez un papalote? Has sentido esa sensación de cuando estas volando uno? Es simplemente hermosooo! Sientes que estas volando con él, entre las nubes, el sol, los pájaros y hasta un avión… Un papalote para que vuele hasta el cielo, tiene que estar súper bien hecho y cada quien tiene sus técnicas para hacerlo o también lo pueden comprar.
Hace ya muchos años que no volaba un papalote, por una cosa o por otra, cuando nos dejaron la tarea de traer un papalote me alegre muchísimo, porque mi papá me ayudaría a hacerlo, son como de esos temas de conversación que tengo con mi papá, tú de que tema hablas con el tuyo?...
Yo llegué de la escuela en la noche y al siguiente día tenía que llevar el papalote, así que le dije a mi papá y fuimos a conseguir palos en los baldíos. Mientras yo comía unos deliciosos tamales, mi padre estaba buscando los palos PERFECTOS, era muy difícil conseguirlos aparte de que ya estaba oscuro y el viento estaba vuelto loco, se complico aún más, no teníamos la certeza de encontrar esos palos… y yo solo imaginaba lo alto que podría llegar.
LOS ENCONTRAMOS!!! No eran los palos perfectos, pero sí muy útiles y comenzó toda la magia, yo sólo veía que mi papá me pedía más y más y más hilo, veía la magia que estaba haciendo, es asombroso y me explicaba paso a paso como se hacía, hasta que por fin ¡PUF! ya estaba hecho el súper papalote, solo que mi padre susurro – a ver si vuela… -
y en ese momento me puse nerviosa y me empecé a preguntar; ¿y si no vuela? ¿Qué hare? ¿Cómo le hare? ¿Volara? ¿Qué nervios, no?
Fuimos a volarlo a un parque y en cuanto salí me dio muchísimo frio porque había corrientes de aire muy fuertes, me estaba congelando, los arboles se movían de un lado a otro junto con la tierra, el viento me daba directamente en la cara, pero valía la pena. Llegó el momento, primer intento fracasado, segundo intento fracasado, tercer intento fracasado, cuarto intento fracasado, pero a mí no se me quitaba la sonrisa de la cara, sabía que a mi papá nunca le fallan los papalotes. Duramos así un buen rato hasta que se hizo más noche y me explicó que no era culpa del papalote el que no volara, si no que del aire, que había fuertes corrientes pero no muy continuas y me dijo también que era mejor con corrientes bajas pero que fueran muy constantes… yo mientras tanto todavía me preguntaba si volaría el papalote.
Al día siguiente estaba súper nerviosa, no sabía que pasaría, pero confié en las palabras de mi padre y en lo bien que me había explicado la forma de volarlo, tome aire, me relaje y vámonos a volar el papalote. Primer intento fallido, segundo intento fallido, tercer intento fallido, sólo recordaba las palabras que mi padre me había dicho y que creen que paso?... cuarto intento fallido, quinto intento tome otra vez aire y lo empecé a volar, poco a poco vi como se elevaba, el hilo se iba desatando a montones, me estaba quemando los dedos y deje que siguiera hasta que llegó el punto en el que sólo tenía el tubo, fue sorprendente, 2000 metros de hilo en el cielo ¡Woow! En ese momento dije gracias papi, gracias por haberme enseñado… pero eso no fue suficiente agarre 2 bolas de hilaza de los papalotes que no habían volado mis compañeros y se los puse, se elevó muchísimo ya casi no se veía, sólo el resplandor y en una de esas desapareció de repente, seguí el hilo para ver donde había quedado ese gran papalote, y me tope con los limites hasta donde yo podía llegar, pero el papalote siguió y nunca fue encontrado…